domingo, 10 de abril de 2011

Los Hermoso Gitanos- Sergio Zurita

Sección: Teatro

Editorial: EDICIONES EL MILAGRO

ISBN: 978-607-409-034-5

Edición: 1ª

Formato: Rustica

Año: 2012

No. de páginas: 147

Idioma: ESPAÑOL

Precio : $190.00

extracto tomado de la pagina dramared.com

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Echenique: “El amor y el enamoramiento son dos cosas muy distintas. De hecho, son opuestos. El amor es la ausencia de ego, mientras que el enamoramiento es un viaje de ego desmedido. Si uno está enamorado de alguien, lo que ve en ese alguien es un reflejo de sí mismo. De sus gustos y de sus anhelos. De lo que le gustaría ser, del paraíso que perdió en la infancia. Entonces, es absolutamente incorrecto que un enamorado le diga ‘te amo’ al objeto de su enamoramiento.

Hasta podría afirmarse que no tiene derecho a decirlo sino hasta que el enamoramiento –que, por otro lado, no dura más de un año- se haya terminado.

Entonces, y sólo entonces, se puede decir ‘te amo’”. (Deja de leer.) Eso es todo lo que llevo. El congreso está a la vuelta de la esquina y apenas llevo uno, dos, tres... ocho renglones. A ver, ahí están las diferencias entre el amor y el enamoramiento, ¿y luego?

Digo, porque con lo que llevo, la ponencia podría llamarse “Prohibido decir te amo”. ¡Qué horror!...

(Se lleva la mano al pecho.) Ay, otra vez me está doliendo el pecho. ¿Me estará dando un infarto?

Por si las dudas... (Rompe la hoja de la ponencia y tira los pedazos a un cesto rebosante de basura.)

No vaya a ser que me muera y me publiquen esto como homenaje póstumo. Pero no me voy a morir.

Estoy bien, estoy bien. A ver, un tafilito.... (Saca una tira de pastillas de un cajón y se toma

una. Respira hondo. Su respiro se convierte en un suspiro.) ¿Y si escribo lo primero que se me ocurra?

Aparece Ella, bajo la luz de un seguidor, vestida igual que en la escena anterior. Se acerca a un viejo micrófono montado en su base.

2

Ella (al micrófono): Es perfectamente posible que una serie de acontecimientos aislados terminen entrelazándose.

Si hago una lista de cosas que no tienen nada en común, ya tienen algo en común: están en esa lista.

miércoles, 9 de febrero de 2011

El Descenso


(The descent)

Jeff Long

Editorial Círculo de Lectores

Año 1998

Traducción de José Manuel Pomares

Diseño de Emil Tröger

Foto solapa: © James Balog

Género: Ciencia ficción

© 1998, Jeff Long

© 2000, Grijalbo Mondadori S.A.

ISBN 84-226-8466-7. Nº 27672-

Depósito Legal: Na-2135-2000

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Ike

Es fácil descender a los infiernos…pero volver

a subir,retroceder sobre los propios pasos hasta el

aire libre…,es un problema.

Virgilio, Eneida

1991

Al principio fue la palabra.

O las palabras.

En distintas partes del mundo se suceden hechos extraños relacionados con carnicerías, desapariciones, y sobre todo cuevas. Existe un mundo interior, un mundo abisal donde caminos kilométricos cruzan el planeta bajo miles de kilómetros de profundidad incluso por debajo de oceános. Y allí dentro hay seres, los llamados abisales.

Ike Crockett era un guía que en plena nevada en el Tibet se refugia con su grupo en una cueva que no conocía. Ike será el primero de los protagonistas en conocer a Isaac, un hombre grande, tatuado de pies a cabeza, ornamentado con grilletes y cadenas, con protuberancias en el cráneo y con múltiples heridas que delatan su tratamiento de esclavo.

Ali es una estudiosa de lenguas a punto de convertirse en monja.

Santos y De L'Orme se encuentran con Thomas, quien les propone formar parte del grupo Beowulf, un grupo de eruditos y ricos que se dedican a buscar a Satán. Según ellos, el mismo Satán es el creador de la raza abisal. Thomas recluta además a Ali y a Branch, entre otros.

Branch es un militar atacado por abisales. Nunca volvió a ser el mismo desde que ocurrió, y su cuerpo ha sufrido algunas de las mutaciones que tienen los abisales.

C. C. Cooper es un multimillonario con una idea fija: crear un país privado y único bajo tierra. Sólo mira el dinero. En la expedición que crea Cooper, va Ali con un grupo de soldados y civiles, entre ellos Ike, la víctima recuperada de los abisales.

Luchas de poder, guerras, asesinatos, traiciones y supervivencia caracterizan el descenso de los humanos. Los abisales, a su vez, luchan por sobrevivir salvajemente.

Fragmento

El ruido de los arañazos se hizo más fuerte. Parecía estar cada vez más cerca. Hubiera

querido salir disparado de allí, seguir cualquier dirección, a cualquier precio,simplemente huir.

- Aguanta -se ordenó a sí mismo. Lo dijo en voz alta. Era algo así como un mantra propio, como algo

que se decía a sí mismo cuando las paredes rocosas se hacían demasiado escarpadas, los puntos

de apoyo demasiado tenues o las tormentas excesivamente furiosas. Aguantar, resistir, no rendirse.

Ike apretó los dientes. Se esforzó por aquietar el movimiento de sus pulmones. Quitó de nuevo las pilas.

Esta vez las sustituyó por el juego de pilas casi agotadas que guardaba en el bolsillo.

Apretó el interruptor.

Luz. Una luz dulce.

Casi respiró en ella.

Se encontraba en un matadero de piedra blanca. La imagen de la carnicería sólo duró un instante.

Luego, la luz parpadeó y se apagó.-

¡No! -gritó en la oscuridad, y sacudió la linterna.

La poca luz que quedaba se encendió de nuevo. La bombilla brillaba con una tonalidad anaranjada oxidada

y se fue debilitando hasta que, repentinamente, se hizo comparativamente más brillante. Tenía menos de

una cuarta parte de su potencia habitual. Pero fue más que suficiente. Ike apartó la mirada de la pequeña bombilla y

se atrevió a mirar una vez más a su alrededor. El pasaje era un verdadero horror. Ike se incorporó en su pequeño

círculo de luz mortecina. Se movió con mucho cuidado. Por todas partes, sobre la pared, había rayas carmesíes, como

franjas de cebra.

Los cuerpos estaban dispuestos en fila. (...)

Olaf Stapledon

Título original: Star Maker

Año de publicación: 1937

Editorial: Minotauro

Colección: ---

Traducción: Gregorio Lemos

Edición: 2003

ISBN: 978-84-450-7445-9

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"Hacedor de estrellas es, además de una prodigiosa novela, un sistema probable o verosímil de la pluralidad de los mundos y de su dramática historia"

Jorge Luis Borges

Una noche de amargura y desengaño, un hombre contempla el firmamento desde lo alto de una colina. De pronto se ve inmerso en una suerte de viaje astral que lo traslada por toda la galaxia, de la que explorará el nacimiento y el ocaso, con la meta última de comprender la naturaleza de la fuerza primigenia, el enigmático «hacedor de estrellas».

Stapledon abre un gran angular cuyo protagonista es la inmensidad del tiempo y del espacio, invitándonos a una auténtica aventura existencial. Entre la cosmogonía y la fábula científica, ésta es, en palabras de Borges, una «novela prodigiosa» que ha merecido un lugar privilegiado entre los clásicos de la ciencia ficción.

¿Era el hombre verdaderamente, como a veces había deseado serlo, el punto donde se desarrollaba el espíritu cósmico, por lo menos en sus aspectos temporales? ¿O era él uno entre millones de puntos semejantes? ¿No tendría la humanidad, en una universal perspectiva, más importancia que una rata en una catedral? ¿Cuál era la verdadera función del hombre? ¿El poder, la sabiduría, el amor, la reverencia, todo esto a la vez? Acaso esta misma idea de función, de propósito, no tenía sentido en relación con el cosmos. Yo encontraría respuesta a estos graves interrogantes. Asimismo aprendería a ver con más claridad y a enfrentar más rectamente (así me lo dije a mí mismo) eso que vislumbramos a veces e inspira un sentimiento de reverencia.

viernes, 4 de febrero de 2011

La insoportable levedad del ser

Sección: literatura universal » general

EAN: 9789706991935

Editorial: TUSQUETS EDITORES

ISBN: 9789706991935

Edición: 1ª

Formato: BOLSILLO

Año: 2008

No. de páginas: 336

Idioma: ESPAÑOL

Precio : $139.00

Precio en dólares: $11.03 USD

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Aquel que quiere permanentemente «llegar más alto» tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo ¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? Pero ¿Por qué también tenemos vértigo en un mirador provisto de una valla segura?

El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados(...)

Las infidelidades de Tomás le descubrieron de pronto su propia impotencia, y de la sensación de impotencia nació el vértigo, el inmenso deseo de caer(…) Había en ella un deseo insuperable de caer. Vivía en un vértigo permanente. Aquel que se cae esta diciendo «levántame». Tomás la levantaba pacientemente… Estaba sentada en un rincón del compartimiento, la pesada maleta sobre su cabeza. Karenin se apretaba contra sus piernas. Estaba pensando en un cocinero del restaurante en el que trabajaba cuando vivía en casa de su madre.

Aprovechaba cualquier oportunidad para darle una palmada en el trasero y con frecuencia la invitaba, en presencia de todos, a acostarse con él. Era curioso que pensase precisamente en él. Representaba un ejemplo directo de todo lo que le repugnaba. Pero en lo único que pensaba ahora era en localizarle y decirle: «Tu decías que querías acostarte conmigo. Aquí estoy».

Tenía ganas de hacer algo para que ya no le quedara escapatoria. Tenía ganas de destruir brutalmente todo el pasado de sus últimos siete años. Era el vértigo. El embriagador, el insuperable deseo de caer.


La insoportable levedad del ser

Milan Kundera

jueves, 3 de febrero de 2011

Cesar Vallejo


Sección: ficcion » poesia

EAN: 9789500300872

Editorial: EDITORIAL LOSADA

ISBN: 9789500300872

Edición: 14ª

Formato: RUSTICO

Año: 2008

No. de páginas: 105

Idioma: ESPAÑOL

Precio : $92.00

Precio en dólares: $7.30 USD

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LOS HERALDOS NEGROS


Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,

la resaca de todo lo sufrido

se empozara en el alma... Yo no sé!


Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras

en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.

Serán talvez los potros de bárbaros atilas;

o los heraldos negros que nos manda la Muerte.


Son las caídas hondas de los Cristos del alma,

de alguna fe adorable que el Destino blasfema.

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones

de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.


Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como

cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;

vuelve los ojos locos, y todo lo vivido

se empoza, como charco de culpa, en la mirada.


Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

César Vallejo

EN VERSION PDF GRATIS AQUI




Sección: ficcion » poesia

EAN: 9789682707315

Editorial: JOAQUIN MORTIZ.

ISBN: 9682707315

Edición: 1ª

Formato: TAPA DURA

Año: 2000

No. de páginas: 0

Idioma: ESPAÑOL

Precio : $388.00

Precio en dólares: $30.79 USD

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Cuando tengas ganas de morirte


Cuando tengas ganas de morirte

esconde la cabeza bajo la almohada

y cuenta cuatro mil borregos.


Quédate dos días sin comer

y veras que hermosa es la vida:

carne, frijoles, pan.


Quédate sin mujer: verás.

Cuando tengas ganas de morirte

no alborotes tanto: muérete y ya.

Jaime Sabines

Qué costumbre tan salvaje

¡QUE COSTUMBRE TAN SALVAJE esta de enterrar a los muertos!

¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la tierra! Es tratarlos

alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir.


Yo siempre estoy esperando a que los muertos se levanten, que

rompan el ataúd y digan alegremente: ¿por qué lloras?

Por eso me sobrecoge el entierro. Aseguran las tapas de la caja,

la introducen, le ponen lajas encima, y luego tierra, tras, tras, tras,

paletada tras paletada, terrones, polvo, piedras, apisonando,

amacizando, ahí te quedas, de aquí no sales.


Me dan risa, luego, las coronas, las flores, el llanto, los besos

derramados. Es una burla: ¿para qué lo enterraron?, ¿por qué

no lo dejaron fuera hasta secarse, hasta que nos hablaran sus

huesos de su muerte? ¿O por qué no quemarlo, o darlo a los

animales, o tirarlos a un río?


Había de tener una casa de reposo para los muertos, ventilada,

limpia, con música y con agua corriente. Lo menos dos o tres,

cada día, se levantarían a vivir.

Jaime Sabines




© Urrutia Vallejo Diego Manuel, 2010